lunes, 16 de diciembre de 2013

I Urban Runn de Los Realejos

Este pasado domingo nuestro chick más chic (o al menos eso dice él, que se las da de molón...) y como único miembro del club en activo (jaja chuparos esa), participó en una carrerica muy chula y especial, digna de un buen pollito buscador de retos, dificultades, y competitions...
Vamos a leer la crónica que él mismo redacta y describe en su blog como viene siendo habitual, diario de un corredor invisible.
¿Os apetece compartir su experiencia?
Aquí la teneis:

"Hace poco me dijeron medio serio medio en broma, que padecía vigorexia.
Mi cara fue un poema, porque no tenía ni la más remota idea de lo que era eso…
Me puse a investigar (bueno, con decir google y wikipedia basta…), y llegué rápidamente a la conclusión de que no estoy de acuerdo en los puntos que expone tal diagnóstico y afirmación, ya que no está considerada una enfermedad como tal, en mi caso no tengo obsesión por la perfección del físico, ni me estoy mirando cada dos por tres en el espejo (jaja, seguro que más de uno no se lo termina de creer ;), pero en lo único que quizá si tenga que rendirme y admitir, es en la necesidad que tengo de hacer deporte.

Para liberar endorfinas, esas sensaciones positivas, como un mantenimiento del cuerpo para que te cueste todo un poco menos, y para sentirme bien en general.
Pasé por el fútbol, la petanca, el baloncesto, las canicas, el pádel, el frontenis…
Hasta llegar al gran descubrimiento del correr hace justo un año.
Y ocurre que tu cerebro lo reconoce como una sensación placentera y de bienestar para tu cuerpo, y claro que acabas buscándolo y repitiendo…
Al igual que el sexo, la comida, un buen libro o una buena canción, entre miles y miles de cosas que nos hacen feliz, y así como millones de personas que lo buscan y practican a diario en el mundo…
Siempre que no olvides la moderación, no caigas en sobrecargas musculares o los famosos sobreentrenamientos, y tengas presente que hay más cosas en la vida, todo está en su sitio.
Así pues me niego a aceptar que tengo los síntomas de la vigorexia, también conocida como complejo de Adonis… Ja!

Bueno, y una vez aclarado esto (perdón por haberme ido por las ramas en la introducción), ¡vayamos al I Circuito Urban Runn de Los Realejos celebrado este fin de semana!

Me encanta la primera edición de una carrera.
Hay algo mágico en el ambiente ya que son sus primeros pasos, se respira un aire muy especial, lleno de miradas inseguras, de buenas intenciones, algo de nervios, cordialidad, y ante todo buen humor, buenas vibraciones, y las mejores intenciones para que todo salga a la perfección, y que si no es así y falla algo, que al menos se haya hecho todo lo mejor posible por parte de la organización.

Madrugón de domingo con la mochila en mano, y por suerte encuentro una guagua directa y consigo llegar al pueblecito de Los Realejos on time, muy cerca de La Orotava y el Puerto de la Cruz, en el precioso enclave ubicado en el norte de la isla de Tenerife.
¡Consigo mi dorsal! No me había inscrito por lo imprevisible de mi existencia, y hasta última hora no sabía siquiera adonde iría, yo tan solo quería correr en alguna parte… y me topé con esta carrera disponible y muy apetecible para apuntarme.

Nos juntamos unas sesenta personas, muy poquitos y en un entorno familiar y propicio de carrera primeriza… Comentábamos en la línea de salida entre risas, que cualquiera podía quedarse el último pero no importaba…

No quise ver el perfil de las pendientes y el desnivel, sino más bien sentirlo, correrlo, vivirlo… ¡y vaya que si lo hice!
Todo era un ir y venir de cuestas, con subidas brutales y bajadas vertiginosas, giros bruscos en los que tenías que seguir las flechas blancas pintadas en el suelo para no perderte, mirar con sudor, esfuerzo y decisión hacia arriba y no desistir, conduciéndote desde la parte baja del pueblo a la más alta, pasando por la media y jugando otra vez con las tres partes, las escaleras, las curvas, los vecinos sorprendidos que salían a la calle y te preguntaban:

“-Esto que es, del fútbol?
O unos abuelitos que sentados en su portal viendo pasar a los corredores, me ven pasar y comentan por lo bajini:

“-Mira este tiene buena pinta”…
jajaja, eso me hizo sonreír y sacar fuerzas de flaqueza para no parar de afrontar todos esos desniveles continuos…

Fui de menos a más como es habitual en mí, hasta ir a la par de un chico jovencillo que llevaba un ritmo fenomenal, y ya nos quedamos juntos prácticamente hasta la línea de meta. Tocaba dosificar en todo momento, y tener muy presente que un abuso de fuerzas podía pasar factura después, por lo que la considero pese a su corta distancia una carrera bastante exigente y de saber mantener la cabeza en su sitio, acompañando a las piernas y cada zancada que dabas constantemente… exigente como la San Silvestre Crevillentina e incluso más dura me atrevería a decir según mi corta experiencia como runner.

Tras consultar en el garmin que quedaba kilómetro y medio y casi todo era de bajada, te alegras y te relajas un poco porque quieres reducir levemente el sufrimiento, y ahí me pasó el chico con el que iba a la par todo el tiempo, y uno más que iba como una bala…
Pero no me importó en absoluto. Ni quería romperme, ni me suponía ninguna molestia que me adelantaran esos dos corredores, es más, siempre me alegro por ellos, por su reserva de fuerzas, su estrategia empleada, por esa explosión final, y sobre todo porque te encuentras en un momento límite de tus fuerzas y sencillamente no puedes correr más rápido.

Entrada a meta no obstante veloz y a escasos segundos de ellos…
Cansado, sudoroso, feliz… ¡Estaba hecho y eso era lo importante!
Fueron los 8400 metros más duros que recordaba en mucho tiempo…

Tiempo final 0:36:38, a un ritmo de 4:22 minutos el kilómetro, quedando el 10º de la general y 8º de mi categoría, lo cual me deja muy satisfecho pero no por la posición en sí, sino por el gran esfuerzo empleado y la satisfacción de haber corrido ese circuito… y es que era como un pequeño trail de montaña con sus cuestas… ¡pero en plan urbano de pueblecito!
Así que muy contento y felicidades por lo tanto a este I Urban Runn de Los Realejos…
¡¡Seguro que vais a dar mucho que hablar en el futuro!!

Un fuerte abrazo a todos de parte de este corredor invisible, y no dejéis de entrenar aunque sean fiestas…
¡¡Nos vemos ahí fuera con o sin turrón, corredores!!

Disfrutad y sed felices ya sea 2013, 14 o 21, pero sobre todo hacedlo AHORA.
Recordad que añana podría ser demasiado tarde...



domingo, 15 de diciembre de 2013

Empieza la fiesta!!


Como pasa el tiempo la verdad, pero bueno como bien lo define el título empieza la fiesta o como no decirlo de otra mañana la semana que viene hará ya un año en que cuatro amigos fuimos a correr por ilusión y básicamente porque en cuestión de deporte nos apuntamos aun bombardeo... Este año nos faltara nuestro miembro más rápido pero no importa lo llevaremos con nosotros en cada zancada que demos ese día.

Para mí esa carrera fue un reto ya que nunca antes había corrido y menos 10 km... Pero bueno este año nos dejaremos llevar y a disfrutar ya que el recorrido es el mismo y la verdad no es nada complicado

Así que por lo que a mí me corresponde damos el pistoletazo de salida al año runner del Grupo, en el que este año nos vamos a hinchar hacer Cross y trails hasta que nos salgan pezuñas!! También iremos a las 5 y 10 y solo espero que seamos siempre un buen grupo en las carreras ya sea para correr o para hacer piña....

Si quereis que se ponga alguna carrera más solo teneis que decirlo, para que así podamos ir todos a las mismas carreras, ya que las que pongo en el calendario son las que mi mente más que mi cuerpo quiere ir...

Un saludo a todos y nos vemos a las 9 horas del día 22 de Diciembre en la FarmaciaRubio Iborra que suele haber sitio para aparcar y poder ir tranquilamente hasta la salida.

P.D los no facebooks no se si lo verán.

domingo, 17 de noviembre de 2013

Beer Runners Tenerife

Que mejor manera de llegar a un sitio, de re-conocerlo y re-descubrirlo, que corriendo para liberar endorfinas, sensaciones positivas y alegría, y volver así a hacerlo tuyo.

Poco antes de llegar a isla mágica (como a mí me gusta llamarla), me apuntaba en una carrera para tener algo que hacer ese fin de semana y que tuviera que ver con el deporte... y por supuesto, con el running. Y me topaba así en la red con este proyecto o iniciativa llamado Beer Runners.
Algo parecido a una Eternal Running, pensé, solo que sin obstáculos, en plan solidario, y con muchas sonrisas, diversión, y el buen rollo de siempre de las carrericas...

Y así fue. El precio de la inscripción fue de 0€, y no quedó ahí la cosa sino que la organización nos regaló una camiseta conmemorativa, técnica y super chula, +cerveza y tapa al terminar la prueba...
¡Sensacional! Y un toque de atención desde aquí, para todas esas carreras y organizadoras que se suben a la parra con los precios y las inscripciones, sobre todo últimamente con el boom y el auge que está teniendo el running.

El único requisito que nos pedían, era que corriéramos todos con la camiseta adquirida, y que no compitiésemos ya que no era una carrera "oficial", no había chip ni crono, y la distancia a correr eran únicamente cuatro kilómetros y pico...

Y allá que salimos los tropocientos corredores...
El primer kilómetro fue muy lento y era imposible avanzar con tantísima gente, y en un recorrido céntrico con calles no demasiado anchas, hacían que el propósito de adelantar fuera algo casi imposible... jeje.

En el 2k ya se veia algún hueco... así que me lancé un poco como pollito sin cabeza a soltar piernas...
Esquivando gente, sorteando conos, maceteros de metro y medio (muy bonitos y decorativos pero cómete uno y verás la gracia...), fui cogiendo un ritmo más constante para sentirme más agusto y darle un poco de velocidad y alegría a mis piernas, como si se tratara de un coche recién salido del concesionario en un país nuevo, con ganas de probar caminos, adelantar para ver como van las marchas y su equipamiento, y todo ello en un territorio donde no se paga el iva, oiga!

Para mí no era competir sino darle una satisfacción al cuerpo, al garmin, al endomondo...
Conseguí ir por debajo de 4 el minuto, a 3:41 y 3:35, pero se acababa la carrera y ya no daba tiempo a más... Que pena o que bien! Pues no se durante cúanto tiempo hubiera aguantado ese ritmo final, jajaja.

Pude conocer y coincidir con Keyla y Oscar, miembros de mi nuevo grupo de amigos "Frikis de la Montaña", al que se unió después Julio, para hacer una ruta gastronómica y cervezera posterior por las calles de La Laguna, mi nuevo hogar, y seguir así disfrutando del buen ambiente, de la fiesta local, y del carácter tan abierto, simpático y social de la gente chicharrera.

¡Muchas gracias a todos, de parte de este corredor invisible!
Y a seguir trazando a partir de ahora, palabras y kilómetros en vuestra compañía...

¡Un placer y hasta la próxima!



miércoles, 6 de noviembre de 2013

TORLA - XIV CARRERA DE MONTAÑA OS FORATOS DE LOMENÁS

21 km, 800 m aprox. de desnivel acumulado positivo

 

A las 10 de la mañana del 27 de octubre de 2013 comienza la carrera. Esa misma madrugada se cambia la hora comenzando el horario de invierno, por lo que dispongo de una hora más. Pero mi sino es llegar siempre con el tiempo justo a las carreras. Desde el camping de la cercana población de Viu (en esas fechas sólo continúan abiertos ése y el de San Nicolás de Bujaruelo) llego a Torla 35 minutos antes del comienzo de la carrera y con el inconveniente de tener que aparcar el coche sin que valga cualquier sitio. Me acompaña un peludo de 4 patas que se tiene que quedar en él mientras participo en la prueba por lo que he de buscar algún sitio que garantice sombra al menos durante las 3 horas siguientes.

Pero no es tarea fácil, el pueblo está con mucho ambiente, gente trotando y estirando por los alrededores de la plaza del ayuntamiento y lleno de coches por doquier. Recorro Torla dándole un par de vueltas y aventurándome por callejuelas estrechas de la parte alta del pueblo, sin suerte, tengo que buscar fuera del pueblo.

Me dirijo hacia el puente de los Navarros y empiezo a dudar de si no llegaré a la línea de salida con la carrera empezada. Por fin encuentro un buen sitio en el parking techado del hotel Ordesa.
 
 
 
 
Son las 9:50 por lo que salgo “echando hostias” con mi inseparable mp3 y el portabolletas con ½ litro de acuarius que voy colocándome en la cintura conforme corro hacia la plaza del ayuntamiento, a algo más de un km que se me hace interminable y que se convierte en mi calentamiento previo a la carrera :-(

Llego a la línea de salida y segundos después suena un pistoletazo, justo cuando son "o'clock".

  
 
No hay mucha gente, sobre 140 corredores, muchos menos que en las 4 carreras que he participado hasta la fecha, siempre por Alicante.
 
Iniciamos la carrera dirección sur, hacia Broto, y al llegar a la carretera cambiamos el sentido 180 grados para correr en dirección a Ordesa pero enseguida abandonamos el asfalto bajando por un empinado sendero lleno de piedras y con algo de barro por la lluvia caída durante la noche y tan estrecho que el grupo ha de progresar forzosamente en fila india.
 
Estoy cerca de la cola de carrera y siento que puedo bajar más deprisa que los que me preceden. Esperando la oportunidad, en cuanto se ensancha un poco el sendero me propongo adelantar a un grupito de 2 ó 3 corredores, con la sensación de ir conduciendo por una carretera tortuosa y metiendo una marcha menos para ganar en aceleración y terminar el adelantamiento antes de que se vuelva a estrechar. Pero al reincorporarme a mi “carril” me resbalo con una piedra mojada que a punto está de mandarme al suelo y evidenciarme ante los que acabo de pasar. Pienso que queda toda la carrera todavía así que extremo precauciones y aminoro la marcha en los tramos delicados pero aún así voy dejando atrás al grupito que acabo de adelantar.
 
Cruzamos el río Ara por el puente de Gualar, de aspecto románico y parecido al de San Nicolás de Bujaruelo aunque injustamente mucho menos conocido. Los siguientes kms son un transcurrir a veces por pista, a veces por el  sendero GR-15.2, a veces subiendo, a veces bajando, pero siempre transitando por un tupido, húmedo y sombrío bosque de bojes y otras especies y un suelo cubierto de hojas recién caídas y algunas piedras con tonos verdosos por la humedad y el musgo.
 
Luce el sol, pero ha sido un acierto no haber cogido gafas ni gorra. El camino me parece entretenido.
  
Llego al avituallamiento del km 5 donde ofrecen agua y plátanos troceados por la mitad, como medida preventiva como un trozo y me refresco algo la cabeza.
 
Los siguientes kms son un calco de los primeros 5, el grupo va muy estirado, y a diferencia de mi anterior carrera de montaña (la de la Escobella), hay recodos en el camino en los que parece que esté corriendo yo solo.
 
 
Delante mío veo a un corredor a lo lejos que a pesar de su apariencia quincuagenaria me cuesta alcanzar, pero muy  poco a poco voy acercándome a él hasta llegar casi juntos a un pequeño puente sobre el Arazas donde me sorprende parándose en seco y exclamando hacia la poza de aguas turquesas: ¡¡”Esto es increíble, es la hostia de bonito”!! A lo que yo respondo: “Es verdad, me arrepiento de no llevar la cámara encima” Pero yo no me paro, continúo corriendo y lo adelanto, miro río abajo y veo que allí mismo es donde el Arazas se junta con su vecino río Ara (cediendo su nombre al Ara desde entonces), y pienso que si no es difícil llegar hasta allí ése podría ser un buen sitio para acercarme y deleitarme relajadamente por la tarde con mi amigo que me espera en el coche.
 
 
 

Y efectivamente, es fácil llegar, unos minutos después me encuentro pasando bajo el puente de los Navarros, punto en el que hay otro avituallamiento, vuelvo a refrescarme un poco y comer unos gajos de naranja. Veo que hay gente que no para y me adelanta.

 
 
A partir de ahí la carrera sube por el valle de Bujaruelo por la pista forestal que compartimos con algunos excursionistas que van a pie y con otros que van en coche dejando al pasar un perceptible olor a humo para mis pulmones sensibles por el esfuerzo.
 
Al llegar al primer puente, el de Santa Elena, no lo cruzamos sino que seguimos recto por un sendero que se adentra por la margen izquierda del Ara que resulta ser el GR-11, bordeando el río entre hayas y abetos y cruzando algún que otro torrente. En uno de ellos alcanzo a una chica que duda y me pregunta por dónde cruzarlo, yo tamién dudo pero no me paro, se trata de vadear rodeando una especie de isla con vegetación por la derecha o la izquierda, cuando elijo un lado y paso veo que se puede pasar por los dos y el lado que yo he elegido es algo más largo.
 
Llegamos a otro puente (puente de los Abetos) que cruza el Ara a nuestra izquierda donde hay otro avituallamiento, que me salto porque me parece que está muy cerca del último que tuvimos y porque me encuentro bien y me queda aún más de media botella de acuarius. Esta vez sí cruzamos el Ara y giramos a la izquierda pasando enseguida por delante del camping Bujaruelo (no el de san Nicolás, que queda unos 3 km valle arriba), y emprendemos una larga bajada por pista. A lo lejos veo aparecer nuevos corredores a los que voy acercándome lentamente.
 
Llegamos otra vez al puente de Santa Elena pero por la otra orilla del río y como la anterior vez tampoco lo cruzamos sino que seguimos recto por el GR-11 que comienza a subir. Alcanzo a un grupo de 3 corredores que me parece que van despacio, quizá porque yo llevo buen ritmo y no porque estén cansados, me animo pensando en esta posibilidad y me propongo adelantarlos pero no es fácil porque el sendero es estrecho con vegetación a sus lados y lleno de piedras, así que otra vez con la sensación de ir conduciendo un coche por una carretera sinuosa, espero algún ensanche para poder pasarlos, primero a uno de ellos y después a los otros dos, los dejo atrás.
 
La subida es larga, por lo que no aguanto el ritmo y combino carrera con paso ligero. En esta zona está la cota máxima de la prueba y después de ganar bastante altura la pendiente se suaviza adentrándose en una especie de fajeta estrecha con una considerable caída. Hay un cable de acero colocado en la pared a modo de pasamanos para los más precavidos.
 
Como varias veces a lo largo de toda la prueba, me encuentro con excursionistas en este punto y además con una pareja de guardias civiles que me dan ánimos y me alegra encontrarme.
 
Comienza una fuerte y larga bajada de varios minutos en los que no tengo contacto visual con más corredores… ni con nadie!, y es algo que me parece atractivo, sentir el encanto y la tranquilidad de la soledad de la montaña inlcuso en una prueba de este tipo, claro, eso sabiendo que no voy el último :-)
 
El bosque comienza a clarear dejando paso a algún que otro prado, se intuye que no debe quedar mucho para el final al tener el Mondarruego a la espalda y que se podría llegar a Torla sin necesidad de subir más, pero eso es sólo una ilusión, el sendero empieza a subir y zigzaguear de nuevo. En una curva toca atravesar un riachuelo por piedras para evitar mojarse las zapatillas con el aproximado medio palmo de agua que debe haber de profundidad, pero tal vez por exceso de confianza o tal vez por cansancio me resbalo en una de ellas y caigo al agua, golpe en el codo derecho y zapatillas, pantalón y parte inferior de la camiseta mojadas.
 
 
 
Pensando en lo torpe que soy me levanto y continúo, al rato siento en el gemelo de la pierna izquierda como un calambre, es algo que no he sentido nunca antes, seguramente porque nunca antes le he exigido tanto a mi cuerpo como ahora. Disminuyo el ritmo y me prometo a mí mismo tomarme mi tiempo para calentar y estirar en las futuras carreras como es debido. 

Sigo subiendo y llego a una pista asfaltada donde hay avituallamiento y gente que alienta con sus ánimos, me encuentro con un corredor parado haciendo estiramientos y pienso que también debe ser víctima de los calambres. Sigo subiendo, a veces trotando a veces caminando, vuelvo a sentir otro calambre e imito al corredor que acabo de pasar, estiro unos segundos el gemelo izquierdo. 

Continúo corriendo de nuevo por sendero y de repente me encuentro con el único km señalizado de toda la prueba, el km 20!!
 
A partir de aquí ya es todo prácticamente llano y de bajada, con precaución e intentando apoyar más el pie derecho que el izquierdo sigo corriendo, quitándome los auriculares para escuchar los ánimos de la gente que cada vez es más abundante. Entre huertos y campos de frutales llego a la carretera que une Torla con Ordesa, estoy frente al cuartel de la guardia civil y un agente me confirma que hay que entrar en la calle principal de Torla, queda poco más de un centenar de metros.
 
Me alegra el ambiente que hay en la calle y sonrío a unos niños que me ofrecen la palma de su mano para que les choque la mía cuando paso junto a ellos. Escucho mi nombre por megafonía y atravieso la meta con un tiempo de 2:09:44, posición 80 de la general y 36 de mi categoría de un total de 134 corredores que acaban la prueba.
 
A pesar de que me duele la rodilla izquierda al andar estoy contento, nunca antes había corrido tanta distancia y además he hecho mejor tiempo del esperado. Sin duda ayuda la temperatura tan propicia para correr, el recorrido que en ningún momento deja de ser una delicia para los sentidos y, sobre todo, llevar la camiseta que un amigo me ha regalado para la ocasión, una camiseta que da alas ;-)
 
Y con el otoño en todo su esplendor, precioso de colores, aún me queda toda una semana de vacaciones para descansar, recuperarme y perderme por mis queridos Piris…
 
 
  

 

lunes, 4 de noviembre de 2013

Correbirras: Calendario de Carreras

Creo que es uno de los calendarios de carreras más completos que tenemos en la zona levantina, para consultarlo en todo momento, planificar nuevas carreras, y sobre todo para que no gastemos tinta unos y otros escribiendo tantas entradas y comentarios... jajaja.
Recordar las palabras de Kilian Jornet:
Es correr o morir....
Un abrazo a todos!!!

http://www.correbirras.com/Carreras.html



jueves, 10 de octubre de 2013

III CARRERA DE LA MUJER- 5K

Primera carrera de Marina, miembro de hecho, de nuestro GD Pollito y Silvia, futura "miembra" :-)
Han elegido para estrenarse el día de la Comunitat, festivo en Alicante, claro,  y la prueba: III Carrera de la Mujer, organizada por Fundesem. Se trata de una carrera cortita, tan solo 5 K, pero suficientes para probarse y ganar adeptos a este deporte.

La carrera  se celebra en el parque del Pau 5 de la Playa San Juan.
Marina y Silvia llegan a la zona apuradas cuando ya faltan escasos segundos para las  9, que se supone que es la hora limite de recogida de dorsales.
Según dicen, las indicaciones para llegar no eran muy claras, y además el preguntar no les ha llevado a buen puerto, al contrario, ha hecho que dieran alguna vuelta de más. Así que cuando Maria, Connie y yo nos dirigimos a la zona de salida, nos encontramos a Marina y Silvia corriendo a por su dorsal, vamos, calentando de forma inesperada y apresurada. Pero afortunadamente todo se ha retrasado un poco y todavía hay bastante cola. Eso si, una vez tienen el dorsal en la mano el tiempo resulta insuficiente para volver al coche a por la música...habrá que correr a pelo...

Los escasos minutos que quedan hasta la salida los empleamos en sacar alguna fotillo, para eso hemos ido las chicas, para  animar, sacar fotitos y dejar constancia del evento. Bueno, el tiempo lo dedicamos a eso y  a charrar.  Y para cuando se quieren dar cuenta Marina Y Silvia están en la linea de salida, sin apenas estirar..., asi que más vale que se pegaron la carrerita antes.

Dan el pistoletazo de salida. Salen 228 mujeres de todas las edades, y el ambiente es inmejorable. Buenas caras y bastante gente animando ya que una hora después se celebra la carrera de 10 km.  Las animamos y aplaudimos a la salida, aunque el pelotón hace que no se den apenas cuenta . Dan una vuelta al parque y en seguida vuelven a pasar cerca nuestra. Primero Silvia que nos sonríe y después Marina que nos lanza besos al vernos.
Y mientras esperamos a que lleguen se nos une el pollito Jose Angel. El ya ha entrenado un ratito y como dice, se ha acicalado para venir a ver a las chicas. Y asi, en un momentín , nos acercamos todos a la zona de meta, porque no tardarán mucho en llegar. De hecho Silvia lo hace a los 26:22 minutos quedando la 34 de la general y la 4 de su categoría, y Marina llega a los 31:13 quedando 118 de la general y 22 de su categoría.

En fin, magníficos tiempos de las dos. Y lo mejor, que llegan contentas, animadas, analizando la prueba y constatando que quieren repetir!. Silvia quiere probar una de 10 K y Marina probarse en otra de 5, ¿Benidorm, quizás?

Aunque las previsiones eran de lluvia, ha salido un día estupendo y para terminar bien la mañana nos vamos a la playa. Hasta la próxima pollitos!